Dado que la
muerte súbita cardiaca (MSC) suele ser la primera manifestación de enfermedad
coronaria, especialmente en mujeres, la prevención primaria es importante para
disminuir su incidencia. El objetivo de este estudio de cohorte prospectivo es
estimar el grado en el que la adherencia a un estilo de vida saludable puede
disminuir el riesgo de MSC en mujeres. Se incluyeron 81722 mujeres del Nurses'
Health Study entre 1984 y 2010. Se les pasaron cuestionarios sobre factores del
estilo de vida cada 2-4 años. Se definió como estilo de vida de bajo riesgo como
ausencia de tabaquismo, índice de masa corporal <25, ejercicio al menos 30
minutos al día y una puntuación de dieta mediterránea elevada. Se produjeron 321
casos de MSC durante los 26 años de seguimiento. La edad media en el momento de
la MSC era de 72 años. Los cuatro factores de bajo riesgo del estilo de vida se
asociaron de forma significativa e independiente a un menor riesgo de MSC. Los
riesgos absolutos de MSC fueron de 22 casos/100 000 persona-años entre mueres
sin factores de bajo riesgo, 17 casos/100 000 persona-años con un factor de bajo
riesgo, 18 casos/100 000 persona-años con dos factores de bajo riesgo, 13
casos/100 000 persona-años con tres factores de bajo riesgo y 16 casos /100 000
persona-años con 4 factores de bajo riesgo. En comparación con las mujeres con
ningún factor de bajo riesgo, el riesgo relativo multivariable de MSC fue de
0.54 (IC 95%, 0.34-0.86) para mujeres con un factor de bajo riesgo, de 0.41 (IC
95%, 0.25-0.65) para dos factores de bajo riesgo, de 0.33 (IC 95%, 0.20-0.54)
para tres factores de bajo riesgo y de 0.08 (IC 95%, 0.03-0.23) para cuatro
factores de bajo riesgo. La proporción de MSC atribuible a tabaco, sedentarismo,
sobrepeso y dieta incorrecta fue del 81% (IC 95%, 52%-93%). Entre mujeres sin
diagnóstico clínico de enfermedad coronaria el porcentaje de riesgo atribuible a
la población fue del 79% (IC 95%, 40%-93%). La conclusión es que un estilo de
vida saludable se acompaña de un riesgo bajo de muerte súbita
cardiaca.
Estracto del artículo original:
http://jama.ama-assn.org/content/306/1/62.shortGraciés a la cortesia del Ignasi Duran, metge cardiòleg i gran amic.
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