Fumar es uno de los hábitos más insanos que existe y que causa más muertes en el mundo. Y se trata de un factor de riesgo absolutamente evitable. Concretamente, en España, durante el año 2006, se atribuyó al tabaco un 15% de las muertes (sobre todo en hombres) en mayores de 35 años. 1 de cada 7 personas!! Ver estudio.
En el siguiente vídeo se muestra de forma muy clara los efectos del humo del tabaco en nuestro organismo:
Dejar de fumar y practicar actividad física
La actividad física puede ayudar a deshabituarnos del tabaquismo. En cualquier tipo de dependencia, física y/o psiquica, la substitución de un hábito (insano) por otro (saludable) puede ser un mecanismo muy efectivo para poder superarla. Que mejor forma de reforzar un cambio de conducta que beneficiarse de la mejora en la condición fisica y ver como, poco a poco, recuperamos una salud afectada desde hace años por el hábito del tabaquismo. Las mejoras en la percepción de nuestra salud son extremadamente evidentes. Y las mejoras objetivas son incuestionables. Yo mismo lo puedo corroborar, como ex-fumador y deportista en la actualidad.
En muchas personas es normal que, tras dejar el hábito tabáquico, aumenten un poco de peso corporal. ¡Pues sean bienvenidos esos kilos de más!. Esto se debe a los siguientes motivos:
- El tabaco, como muchas otras drogas, nos hace disminuir nuestro nivel de ansiedad, por lo que cuando dejamos de consumirlo, nos podemos sentir más ansiosos. La comida representa para muchas personas una verdadera terapia "ansiolítica".
- El humo del tabaco, produce que las papilas sensitivas donde se percibe el gusto y el olor de los alimentos no funcionen como debieran. Tras dejar de fumar, redescubrimos el maravilloso mundo de los gustos y los olores de los alimentos. La comida es mucho más apetecible.
- La nicotina del tabaco tiene efectos inhibidores sobre la sensación de apetito. Es una sustancia anorexigénica. Al dejar de fumar es muy normal que tengamos más apetito.
No hay que preocuparse demasiado por este posible aumento de peso. Simplemente hay que tenerlo en cuenta y aplicar unas sencillas medidas dietéticas de corrección y practicar ejercicio físico de forma regular. Tener prevista una buena planificación dietética a partir del momento que dejamos de fumar es una buena estrategia preventiva ante el posible aumento de peso. En todo caso, siempre es preferible tener que perder unos quilos de más que no tener que luchar contra los serios y muchas veces irreversibles problemas que causa en nuestra salud el humo del tabaco.
Más información
Para saber más sobre el tabaquismo:
Guia tabaquismo
Generalitat de Catalunya:
Deixar de fumar
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Para saber más sobre el tabaquismo:
Guia tabaquismo
Generalitat de Catalunya:
Deixar de fumar
Ministerio de Sanidad:
Programa para dejar de fumar
Para planificar una alimentación saludable y llevar una vida físicamente activa:
Estrategia NAOS
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